Aunque soy una persona más de series, hay una película que siempre que sale en la tele la tengo que ver porque me encanta y que trata sobre la educación: Sister Act 2. Ya sé que puede parecer una elección muy rara, pero os voy ha explicar el porqué.
En la primera película una cantante de cabaret de Las Vegas amante de un mafioso es testigo de un crimen y los de protección de testigos la meten en un convento para que no muera. En ese convento, como es cantante, consigue renovar el coro y convertir un lugar casi en ruinas en un sitio próspero de nuevo gracias a su entusiasmo y vitalidad.
En esta segunda película, que es la que a nosotros nos interesa, la protagonista que ha vuelto a los escenarios recibe una llamada de auxilio de su antiguo convento. La monjas se han hecho cargo de un instituto para jóvenes marginales muy conflictivos y se lo van a cerrar porque no son capaces de conseguir ningún resultado y necesitan que lo resucite como hizo con el coro. A su llegada, nuestra ahora monja de nuevo, se encuentra con una clase de jóvenes variopintos que creen que no sirve de nada estudiar y que se dedican a hacer la vida imposible a cuantos profesores les mandan. Parece que no tienen interés por nada salvo por pelearse entre ellos y por intentar "vacilar" a todas las figuras de autoridad que se cruzan en su camino. Lo que hace tan especial a esta nueva profesora es que se gana los chavales jugando a su mismo juego. Si un chaval hace la típica broma de "tu madre es tan..." ella hace una mejor. ¿Una batalla de rap? Ella la gana.Nos presenta un modelo de docente autoritaria pero que respeta las necesidades de sus alumnos, promoviendo una pedagogía de tipo activo y fomentando la participación de los chicos, fomentando su expresión artística. Se trataría de una pedagogía libertaria.
Finalmente consigue que sus alumnos se interesen por la música (ese es otro punto a favor de esta película, me encanta la música) y les apunta a un concurso de coros, por lo que los chicos deben trabajar juntos para lograr un objetivo común. Me parece una película preciosa que ilustra como un buen profesor puede cambiar tantas vidas para bien y como la música nos ayuda a ser un poquito más felices.
Otro punto a favor es que NO SE SUICIDA NADIE. Lo siento mucho pero no me gustan los dramones y no quiero ver El club de los poetas muertos que para cosas tristes ya tengo la vida real. Además la literatura está fatal explicada y los poemas fatal recitados y es un sufrimiento constante. Si quieres un poema sobre lo que puedo aportar a la enseñanza, sugiero "podrá no haber poetas, pero siempre habrá poesía", de Bécquer, que explica que el arte transciende al ser humano y que es una metáfora perfecta de como la educación existe más allá de nosotros pero que aún así debemos esforzarnos e intentar aportar nuestro granito por insignificante que parezca.
Donde esté una mujer negra y empoderada con un buen chorrazo de voz que se quiten los intensos, muy buena elección. ARRIBA EL GOSPEL.
ResponderEliminarEXACTAMENTE. Gracias por compartir mi punto de vista.
Eliminar